Un estudio científico pionero a nivel internacional
La Fundación de Música Ferrer-Salat, el Conservatorio del Liceu y el equipo de investigación del Hospital Sant Joan de Déu, liderado por el Dr. Miquel Casas, impulsan un estudio para determinar la correlación entre la capacidad de aprendizaje musical y el rendimiento escolar
¿Cuál es el efecto de la práctica musical continuada en la plasticidad cerebral de los más jóvenes? ¿Cómo se refleja dicho efecto en su rendimiento escolar? ¿Puede llegar a mejorar la calidad de vida de los jóvenes con trastornos del neurodesarrollo?
Estas son solo algunas de las preguntas que pretende responder este ambicioso proyecto de investigación, pionero a nivel internacional. Al frente de esta iniciativa encontramos la Fundación de Música Ferrer-Salat, el Conservatorio del Liceu y el equipo de investigación liderado por el Dr. Miquel Casas, jefe de psiquiatría del Hospital Sant Joan de Déu.
¿Por qué se ha llevado a cabo este proyecto?
Cerca de un 20% de los alumnos catalanes sufren trastornos de neurodesarrollo (espectro autista, TDAH, dislexias, discalculias, disgrafías, trastornos de la comunicación, etc., con las alteraciones de conducta asociadas). La cifra de alumnos afectados por trastornos es similar a la de la mayoría de los países ricos, con la diferencia de que, en nuestro país, solo se diagnostican y tratan adecuadamente 2 de cada 10 de los afectados.
Estos trastornos son una de las principales causas del fracaso y el abandono escolar, que en Cataluña es muy elevado (20%) respecto, por ejemplo, a los países nórdicos (menos del 7%).
Sin el diagnóstico adecuado, estas disfunciones se detectan tarde y provocan un bajo rendimiento académico, alteraciones de conducta (ansiedad y depresión, entre otras), y consecuencias negativas que van más allá de los años de escolarización (paro, consumo de sustancias, accidentes de tráfico, embarazos no deseados, etc.).
Una investigación pionera en el mundo
El objetivo de esta investigación es estudiar la correlación que existe entre la capacidad de aprendizaje musical y el rendimiento escolar. Se quiere constatar si el pronóstico de los jóvenes con dificultades académicas y disfunciones de neurodesarrollo mejoraría a través del aprendizaje musical y la práctica de algún instrumento de forma habitual.
La primera fase de la investigación es de cribado y diagnóstico. Se analiza una muestra de más de 6.000 alumnos de escuelas de barrios con riesgo de exclusión que en la actualidad participan en diferentes modalidades del proyecto Primaria Musical, que lleva a cabo la Fundación junto con el Conservatorio del Liceu. Es importante tener en cuenta que en escuelas de barrios desfavorecidos solo se diagnostican 1 de cada 10 alumnos que lo necesitan. Por tanto, se calcula que hay unos 120.000 jóvenes sin diagnosticar en riesgo de fracaso escolar.
De este cribado y diagnóstico se detectan los niños con problemas de aprendizaje y se analiza si existe algún problema psicobiológico que interfiere en su rendimiento escolar.
Después de esta primera fase, se procede a observar cuáles son los efectos que tiene la práctica musical continua en niños con trastornos del neurodesarrollo en el ámbito escolar. Y se investiga si se puede utilizar la música como herramienta para mejorar la calidad de vida de los alumnos con dificultades académicas.
Los resultados de esta investigación, que empezó en septiembre de 2021, se darán a conocer en un plazo de tres años. Al finalizar el estudio, sabremos si la música y su poder transformador tienen efectos beneficiosos a nivel cerebral. Las conclusiones que se extraigan serán de vital importancia para intentar reducir el fracaso escolar en una sociedad desarrollada como la nuestra y para minimizar los efectos negativos que se derivan más allá de la escolarización.